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del Niño Interior al Estado Adulto – Formación
octubre 23, 2021 @ 3:00 pm - octubre 24, 2021 @ 7:00 pm CDT

Abierto al Público en General y parte de la Formación para Facilitador de Constelaciones Familiares
23 y 24 de Octubre
Horario: Ciudad de México de 3 a 7 p.m.
Las Vega, Nevada de 1 a 5 p.m.
Inversión: $1,800.00 MXN $88 dólares
Si te quedas mirando a tus padres desde el niño que fuiste, nunca vivirás tu vida como Adulto
Para algunos su infancia fue una etapa difícil mientras que otros la vivieron con cierto encanto. En ambos casos ha sido época clave para el desarrollo de su personalidad y comportamiento. Cuando llegamos a la edad adulta tenemos comportamientos, hábitos, formas de actuar y reaccionar, fruto de aquellas situaciones infantiles, que nos hicieron aprender, y la mayoría de nuestras actuaciones responde, a veces de manera desproporcionada, a los estímulos y experiencias que recibimos. Este ser que mostramos ES NUESTRO NIÑO INTERIOR HERIDO. A través de los movimientos sistémicos, o movimientos del alma como los denomina Bert Hellinger, podemos, desde la distancia (como observadores), ver y comprobar dónde están esas heridas, esas brechas de dolor y flaqueza que nos hacen actuar de una manera determinada y a veces inapropiada. Nos permiten reconciliarnos con nuestro ser interno para darle su espacio y su tiempo, para permitirle ser y estar. «Ese adulto que ahora soy, ya puede encargarse y ocuparse de ese niño herido, ya puede empezar a darle todas esas cosas que necesita para ser feliz y vivir en paz y no seguir esperando que los demás se las proporcionen (como los niños lo esperan de sus padres)». Desde la madurez, y desde la responsabilidad, desde el aquí y el ahora, podemos tomar consciencia de lo que queremos, lo que necesitamos, lo que nos gusta y lo que nos conviene. Esto nos permite romper con patrones inconscientes de comportamiento y de creencias limitantes (la mayoría de ellos de origen familiar), y así encontrar el equilibrio entre nuestro ser interno y nuestro ser maduro, y recuperar, desde el amor, a ese niño interior para llegar a ser una persona más íntegra, más coherente y más feliz.